jueves, 31 de octubre de 2013


Habrá nuevos purpurados y un tercer encuentro con el "G 8", confirma Lombardi

Se prevé que Bergoglio equilibre el potencial de Latinoamérica sobre Europa

Se confirmó lo adelantado este martes por agencias. Francisco celebrará el primer consistorio de cardenales de su pontificado el próximo 22 de febrero, en el que otorgará la púrpura a 14 nuevos purpurados, se reunirá con el "G 8" e informará a los príncipes de la Iglesia de los proyectos de reforma curial. Bergoglio continúa su ritmo frenético de cambios y sorpresas.

"El papa ha decidido efectivamente convocar un consistorio para la creación de nuevos cardenales para el próximo 22 de febrero, fiesta de la Cátedra de San Pedro", confirmó el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi a los periodistas.

El jesuita explicó que en los días inmediatamente anteriores a ese consistorio se celebrará, previsiblemente el 17 y 18 de febrero, el tercer encuentro con el llamado "G8" de cardenales, el grupo de ocho purpurados nombrado para estudiar el esperado proyecto de reforma de la Curia.

La decisión de celebrar ese consistorio para la creación de cardenales el 22 de febrero, una fecha tradicionalmente preferida por los papas para este tipo de actos, fue comunicada por el pontífice argentino durante las últimas reuniones que ha mantenido con ese grupo de ocho cardenales y con el Consejo del Sínodo...

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Hoy, el Papa: “No se puede ser cristianos sin poner el amor de Cristo en el centro de la propia vida”. Audio y Video. Texto completo homilía



El Papa celebra su misa matutina sobre la tumba de Juan Pablo II

"El sufrimiento del amor de Jesús: un amor no aceptado, no recibido"


El Papa Francisco celebró esta mañana la Misa en la Basílica de San Pedro, en el altar donde se custodia la tumba del Beato Juan Pablo II. Ante la presencia de un centenar de sacerdotes y varios fieles, el Pontífice comentó las lecturas del día, a saber, la Carta de San Pablo a los Romanos en la que el Apóstol de los gentiles habla de su amor por Cristo y el pasaje del Evangelio de San Lucas en el que Jesús llora por Jerusalén que no ha comprendido que Él la ama.

“Nadie pude alejarme del amor de Cristo”. El Papa comenzó con esta certidumbre de Pablo, es decir, que “el Señor le había cambiado la vida” y a partir de ese momento “este amor del Señor” es el centro de su vida. “En las persecuciones, en las enfermedades, en las traiciones” y en todo lo que ha vivido o podrá suceder, ya nada de eso podrá alejarlo del amor de Cristo...


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miércoles, 30 de octubre de 2013

Audiencia General: Papa: "Todos hemos experimentado dudas en el camino de la fe. También yo". Texto integro saludo en español. Audio y video



"El amor de Dios quema nuestros egoísmos, nuestros prejuicios y nuestros pecados"

"Nuestra fe necesita el apoyo de los demás, especialmente en los momentos difíciles"


(José M. Vidal/Agencias).- La plaza de san Pedro se ha convertido en una especie de imán que atrae a decenas de miles de personas. Desde que Francisco llegó al solio pontificio, todos los miercoles y domingos la enorme explanada se llena de peregrinos. Nunca menos de 50.000 personas. A veces, con más de 100.000. Dos referéndums semanales, que ratifican que los fieles, el pueblo de Dios, apoya la primavera de Francisco en la Iglesia. Y el Papa aprovecha para acercar a la gente que busca a Dios.

"Existe una comunión de vida entre todos los que pertenecen a Cristo"
"Una comunión que nace de la fe"
"Los primeros cristianos eran llamados los santos"
"La Iglesia es comunión con Dios, familiaridad con Dios, comunión de amor con Cristo"
"Estamos intimamente insertos en esta matriz"
"El amor de Dios quema nuestros egoísmos, nuestros prejuicios"
"El amor de Dios quema incluso nuestros pecados"
"De los hermanos a Dios"
"La experiencia de la comuniçon fraterna nos conduce a la ocmunión con Dios"
"Nuestra fe necesita el apoyo de los demás, especialmente en los momentos difíciles".
"La tendencia a encerrarse en lo privado ha influenciado incluso en el ámbito religioso"
"Todos hemos experimentado dudas en el camino de la fe. También yo"
"Todos somos frágiles, todos tenemos limitaciones"
"Confiar en la ayuda de Dios"
"Encontrar el coraje y la humildad de abrirse a los demás, para pedir que nos echen una mano"
"Comunión es común unión"
"En esta comunión, somos una gran familia"
"La comunión de los santos va más allá de la vida terrena, continúa en la otra vida"
"Comunión entre cielo y tierra que se realiza especialmente en la oración"
"Somos hermanos y nos acompañamos en el camino de la vida y nos encontraremos en el cielo"
"Andemos este camino con alegría. Un cristiano tiene que estar siempre alegre por tener tantos hermanos y hermanas"
"Adelante por este camino y con alegría"
 



Texto íntegro del saludo el Papa en español

¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!

Hoy, me gustaría hablar de una realidad muy bonita de nuestra fe, es decir, la "comunión de los santos". El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que este término hace referencia a dos realidades: la comunión en las cosas santas, y la comunión entre las personas santas (núm. 948). Me centro en el segundo significado: se trata de una verdad de las más consoladoras de nuestra fe, porque nos recuerda que no estamos solos, sino que existe una comunión de vida entre todos los que pertenecen a Cristo. Una comunión que nace de la fe; de hecho, el término "santos" se refiere a aquellos que creen en el Señor Jesús, y son incorporados a Él en la Iglesia a través del Bautismo. Por eso los primeros cristianos también fueron llamados "santos" (cf. Hch 9,13.32.41, Romanos 8:27, 1 Corintios 6:01).

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martes, 29 de octubre de 2013

Comparto las lecturas del día de hoy


PRIMERA LECTURA
Carta de San Pablo a los Romanos 8,18-25.


Toda la creación espera la revelación de la gloria de los hijos de Dios. Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria futura que se revelará en nosotros.
En efecto, toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios.
Ella quedó sujeta a la vanidad, no voluntariamente, sino por causa de quien la sometió, pero conservando una esperanza.
Porque también la creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para participar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Sabemos que la creación entera, hasta el presente, gime y sufre dolores de parto.
Y no sólo ella: también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente anhelando que se realice la redención de nuestro cuerpo.
Porque solamente en esperanza estamos salvados. Ahora bien, cuando se ve lo que se espera, ya no se espera más: ¿acaso se puede esperar lo que se ve?
En cambio, si esperamos lo que no vemos, lo esperamos con constancia.

Palabra de Dios
SALMO
Salmo 126(125),1-2ab.2cd-3.4-5.6.
Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.Cuando el Señor hizo volver
a los cautivos de Sión,
nos parecía estar soñando;
nuestra boca se llenaba de risa

y nuestra lengua de gritos de alegría.
Entonces entre los paganos se decía:
«¡Qué grandes cosas no ha hecho el Señor por ellos!»
Sí, grandes cosas ha hecho el Señor por nosotros,
rebosábamos de gozo.

Haz que vuelvan, Señor, nuestros cautivos,
como riachuelos en tierras áridas.
Los que siembran entre lágrimas
cosecharán entre gritos de alegría.

Se van, se van llorando
los que siembran la semilla,
pero regresarán cantando
trayendo sus gavillas.
EVANGELIO
Evangelio según San Lucas 13,18-21.


Creció la semilla y se convirtió en un arbusto.

Jesús dijo entonces: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo?

Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas".
Dijo también: "¿Con qué podré comparar el Reino de Dios?
Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa".

Palabra del Señor

domingo, 13 de octubre de 2013

Encuentros con la palabra por Hermann Rodriguez S.J. “¿Acaso no eran diez los que quedaron limpios de su enfermedad?”


El día de su ordenación sacerdotal, Antonio José Sarmiento, S.J. hizo una bella oración en el momento de la acción de gracias, después de la comunión. Como esto pasó hace más de veinte años, no recuerdo los detalles de su plegaria, pero no puedo olvidar que hizo referencia a la multiforme variedad de palabras que componen el campo semántico de la gratitud: Nos habló con gracejo de la gracia de su vocación; dio gracias por tantos bienes recibidos a lo largo de su vida; dijo que se sentía agradecido con Dios, con sus familiares y amigos, y con otras muchas personas que nos habíamos hecho presentes de una manera tan grata para él en este día tan especial; subrayó que se sentía profundamente congratulado y gratificado por la extraordinaria asistencia a la celebración; agradeció que su experiencia de Dios fuera tan gratificante; declaró el agrado que sentía por ser una persona particularmente agraciada por Dios; expresó su agradecimiento al coro que había hecho agradable la ceremonia; habló de la gratuidad con la que quería vivir su sacerdocio; manifestó su gratitud con el obispo y con todos los presentes; exaltó lo gratuito de la vida, observando que todo lo valioso de su existencia lo había recibido gratis; terminó afirmando que se consideraba muy gracioso, pues lograba decir grandes verdades graciosamente y que nos quería gratificar con una copa de vino y una tajada de ponqué, a la que estábamos todos invitados, gratuitamente.
El refrán popular nos recuerda que “ser agradecidos es de bien nacidos”. Por algo esta es una de las primeras cosas que los papás y mamás enseñan con mucha insistencia a sus hijos e hijas: “¿Cómo se dice?”, repiten al unísono después de que sus hijos han recibido algún regalo o han sido objeto de alguna obra buena; y los niños y niñas, antes de saber pronunciar muy bien las palabras, balbucean, como pueden, su gratitud. Tal vez esta es la enseñanza más importante del pasaje que nos trae el evangelio de este domingo, que nos presenta a un Jesús peregrino que, de camino hacia Jerusalén, pasa por entre las regiones de Samaria y Galilea: “Y llegó a una aldea, donde le salieron al encuentro diez hombres enfermos de lepra, los cuales se quedaron lejos de él gritando: –¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros! Cuando Jesús los vio, les dijo: –Vayan a presentarse a los sacerdotes. Y mientras iban, quedaron limpios de su enfermedad”.
Lo curioso del pasaje que se nos presente hoy es que sólo uno, al verse limpio, “regresó alabando a Dios a grandes voces, y se arrodilló delante de Jesús, inclinándose hasta el suelo para darle gracias. Este hombre era de Samaria”. Entonces Jesús se pregunta: “¿Acaso no eran diez los que quedaron limpios de su enfermedad? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Únicamente este extranjero ha vuelto para alabar a Dios?” Evidentemente, san Lucas quiere destacar el hecho de que los extranjeros, los que eran considerados como parias por parte el pueblo de Israel, son los que reconocen con mayor facilidad las gracias que reciben. Cuando nos sentimos con derechos y pensamos que lo que hemos recibido nos lo hemos ganado, ya sea por nuestros propios méritos o por otra razón, ya sea étnica, religiosa, cultural, política, social, económica, no reconocemos la gratuidad del don recibido. ¿Cuál es nuestra experiencia? ¿De verdad dejamos que de nuestro interior brote con frecuencia la acción de gracias por tanto bien recibido? ¿Agradecemos la luz del sol que gratuitamente nos regala Dios cada día? ¿Reconocemos la gratuidad de nuestro corazón que no descansa ni siquiera mientras dormimos? ¿Decimos gracias por las maravillas de la amistad y la ternura que no se cobran? ¿Nos sentimos gratificados por todo lo gratuito y gracioso de la vida? No olvidemos nunca que el campo semántico de la gratitud es muy variado.
Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*
* Sacerdote jesuita, Decano académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá
RD

Comentando el Evangelio de hoy por José María Maruri S.J. SEPAMOS RECONOCER Y AGRADECER



SEPAMOS RECONOCER Y AGRADECER

Por José María Maruri, SJ

1.- El agradecimiento es una cosa que todos llevamos tan dentro, tan innata, tan humana, que no hay nada que nos moleste tanto como el que no nos den las gracias cuando hemos hecho un favor a alguien. Y esa actitud del ingrato que pasa de largo junto a su bienhechor lo hemos plasmado con el dicho castellano: “si te he visto no me acuerdo”.

La ingratitud y el egoísmo son hermanos gemelos, son las dos caras de un mismo naipe. Ambos no piensan más que en sí mismos, no necesitan de nadie, o todo se les debe y por eso, ¿qué agradecer?

A Jesús también le molestó la ingratitud. Ha curado a 10 leprosos y sólo uno vuelve a dar las gracias y éste es un extranjero: “¿no eran diez los curados, dónde están los otros nueve?”. “Vete tu fe te ha salvado”… diez los curados corporalmente, pero uno sólo consigue la plena salvación porque en su corazón ha nacido una actitud de reconocimiento de su pequeñez y de agradecimiento por un favor que no merecía. No se ha parado en el don recibido de la curación gozándose egoístamente en él, sino que ha ido hasta la misma persona de Jesús que le ha mirado con bondad y cariño, y esa es la actitud que el leproso vuelve a agradecer.


2.- Todos nosotros dependemos esencialmente primero de Dios que nos ha creado, nos da la vida, salud, aire, agua, una naturaleza que gozar y admirar. 
Y dependemos de los demás. Esta doble dependencia es la que ha consagrado el Señor con el doble mandamiento de amar a Dios y al prójimo.

Pensad en esa línea de predecesores de cada uno, que se pierde en la lejanía del tiempo y de la que apenas conocemos más que los dos o tres últimos eslabones… los abuelos y los padres.

Todos dependemos de todos. Echad una mirada al sin fin de personas a las que debemos algo de nuestra vida: padres, hermanos, amigos, maestros, médicos, sacerdotes, religiosos, personas que nos prestan sus servicios. Ninguno de nosotros, si no está loco, puede decir que no necesita a nadie.


3.- Metidos en una sociedad que cambia a gran velocidad podemos decir que nos sentimos todos amargados. Unos pensando en que lo nuestro fue mucho mejor, que lo actual no es civilización sino salvajismo. Y los otros despreciando todo lo que huele a antiguo como si los anteriores a ellos no hubieran hecho nada bueno jamás. Y metidos en esa mutua recriminación no tenemos ojos para ver la estrecha intercomunicación que hay entre nosotros, y lo que nos debemos unos a otros.


4.- Sepamos reconocer y agradecer. Agradecer a nuestros padres lo que se afanan por nosotros. Cuántos padres y madres sufren al ver a sus hijos que suponen que todos se les debe, y que viven vidas anodinas, suspenden los exámenes año tras año, sin pensar en lo que supone para sus familias, que se divierten en grande sin pensar en que tienen que comenzar a vivir por su cuenta y por sus medios.

Seamos fáciles en dar gracias: al camarero que os sirve el café, al vendedor de periódicos, al conductor del autobús, al de la gasolinera que os echa gasolina en el auto. Es verdad que pagáis un servicio, pero lo que nunca pagaremos es el valor humano que va en el servicio.

Entre esas personas encontrareis atrabiliarios que os contesten con una mueca como diciendo “yo no quiero le quiero hacer el favor, lo hago por necesidad para vivir…” Será uno entre mil, a los demás les dejaréis con buen sabor de boca, os sentirán más humanos también.


4.- La Virgen Santísima, cuya fiesta del Pilar hemos celebrado ayer sábado, esa Virgen a la todos personalmente tanto debemos –y también como pueblo español—ella nos dejó esta actitud fundamentalmente cristiana del agradecimiento plasmada en su cántico del Magníficat, en el que se reconoce indigna de los dones del Señor, y le alaba y agradece por mirar la pequeñez de su esclava. Que ella en esta Eucaristía, que es también acción de gracias, nos alcance del Señor el don de ser agradecidos a Dios y a los demás.

Betania

Comentario a la 1a. y 2a. lectura por José Enrique Galarreta, S.J.


2 REYES 5, 14-17
En aquellos días, Naamán el sirio bajó y se bañó siete veces en el Jordán, como se lo había mandado Eliseo, en nombre de Dios, y su carne quedó limpia de la lepra, como la de un niño. Volvió con su comitiva al hombre de Dios y se le presentó diciendo:
- Ahora reconozco que no hay Dios en toda la tierra más que el de Israel. Y tú acepta un presente de tu servidor.
Contestó Eliseo:
- Juro por Dios a quien sirvo que no aceptaré nada.
Y aunque le insistía, lo rehusó. Naamán dijo:
- Entonces, que entreguen a tu servidor una carga de tierra que pueda llevar un par de mulas; porque en adelante tu servidor no ofrecerá holocaustos ni sacrificios de comunión a otro Dios que no sea "el Señor".
Los dos Libros de los Reyes cuentan la historia del Pueblo de Israel desde la muerte de David (971 aC.) hasta la destrucción de Jerusalén (587 aC.)
Estos libros se tienen por libros "históricos". Sin embargo, sabemos bien que Israel no escribe estos libros por interés histórico. Para eso estaban otros libros, frecuentemente citados en éstos, libros de Anales, crónicas de corte.
Los autores de los Libros de los Reyes (la escuela Deuteronomista) utilizan esos otros libros como materiales para su obra, y en ella hacen una "lectura teológica" de la historia de Israel, mostrando cómo al pueblo le va bien cuando guarda la Alianza, y le va mal cuando se aleja de Dios.
Por esta razón, estos libros se llamaban originariamente "los profetas anteriores", porque su intención es la misma que la de los "profetas posteriores" (los que ahora nosotros conocemos como libros proféticos, Isaías, Jeremías, etc. etc.), es decir: leer la historia a la luz de La Palabra y hacer que el Pueblo, y los reyes, cumplan la Alianza.
Incluso se piensa que el Deuteronomio y los libros "históricos" que le siguen (Josué-Jueces-Samuel-Reyes) son una única obra, en que el Deuteronomio es un gran prólogo teológico que da las pautas teológicas básicas y los otros libros las aplican al desarrollo de la historia del pueblo.
En estos dos libros aparecen muchos "profetas", hombres de Dios que anuncian La Palabra, amenazan al Pueblo con castigos de Dios si se apartan de La Ley, y lo animan a fiarse sólo de Dios en unos momentos históricos amenazadores.
Entre estos profetas hay dos especialmente importantes: Elías y su discípulo Eliseo, que ocupan capítulos enteros de manera que se suele hablar del "ciclo de Elías" y el "ciclo de Eliseo" como partes fundamentales de estos libros.
En el fragmento que hoy leemos, Eliseo, que es uno de los profetas más milagreros de todo el AT, cura a un personaje sirio, general y hombre importante de la corte, enfermo de una afección cutánea (que no es lepra propiamente dicha, pues si lo fuera estaría excluido de toda función pública).
El relato es literariamente complejísimo, lleno de símbolos que hoy nos pasan casi desapercibidos. La esencia del relato es, sin embargo, clara: la presencia en Israel del poder del único Dios, que cura a cualquiera por la acción de su siervo el profeta. Es una incitación al pueblo a reconocer que el poder de Dios es mucho mayor que el poder de los falsos dioses extranjeros y, por tanto, una exhortación a confiar en Él.

2 TIMOTEO 2, 8-13
Haz memoria de Cristo el Señor, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje de David. Este ha sido mi evangelio por el que sufro hasta llevar cadenas como un malhechor. Pero la Palabra de Dios no está encadenada.
Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen su salvación, lograda por Cristo Jesús, con la gloria eterna.
Es doctrina segura:
Si morimos con Él, viviremos con Él.
Si perseveramos, reinaremos con Él.
Si lo negamos, también Él os negará.
Si somos infieles, Él permanecerá fiel,
porque no puede negarse a sí mismo.
Dando por supuesto lo que explicamos los domingos anteriores sobre esta carta, vemos en este fragmento una hermosa exhortación de Pablo (más bien puesta en boca de Pablo por el autor) a mantener la fidelidad a Cristo en tiempos muy difíciles.
El texto de hoy ofrece una síntesis mínima pero densa de la fe en el Resucitado, fuente y motivo de toda esperanza. La evoca Pablo encadenado, en prisión, recordando los maravillosos frutos que se han seguido de esa prisión y manifestando otra vez su inquebrantable confianza.
El himno final muestra una serie de oposiciones que se rompen en el último verso, y es un acto de fe en Cristo por encima de nuestra propia fidelidad: aunque nosotros le seamos infieles, Él tiene que ser fiel a sí mismo. Nuestra confianza no radica en nuestra propia justicia, sino en el ser mismo de Dios Salvador.

José Enrique Galarreta, S.J.
Fe Adulta

Las lecturas para el día de hoy



XXVIII DOMINGO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA
2 Reyes: 5, 14-17
Volvió Naamán a donde estaba el hombre de Dios y alabó al Señor.La primera lectura de hoy corresponde al Libro de Segundo de los Reyes, al capítulo quinto, y corresponde al bello episodio en que el profeta Eliseo convierte y cura de la lepra al magnate sirio Naamán. Ese hecho guarda relación director con el Evangelio de Lucas que se proclama hoy.

En aquellos días, Naamán, el general del ejército de Siria, que estaba leproso, se bañó siete veces en el Jordán, como le había dicho Eliseo, el hombre de Dios, y su carne quedó limpia como la de un niño.
Volvió con su comitiva a donde estaba el hombre de Dios y se le presentó diciendo: "Ahora sé que no hay más Dios que el de Israel. Te pido que aceptes estos regalos de parte de tu siervo". Pero Eliseo contestó: "Juro por el Señor, en cuya presencia estoy, que no aceptaré nada". Y por más que Naamán insistía, Eliseo no aceptó nada.
Entonces Naamán le dijo: "Ya que te niegas, concédeme al menos que me den unos sacos con tierra de este lugar, los que puedan llevar un par de mulas. La usaré para construir un altar al Señor, tu Dios, pues a ningún otro dios volveré a ofrecer más sacrificios". 
Palabra de Dios

SALMO
Los salmos 96, 97, 98 tienen un contenido escatológico hacen referencia al final de los tiempos y hablan de la misericordia y grandeza de Dios. En este número 97 que vamos a cantar a continuación nos narra ese momento en que todas las naciones acudirán al Monte Santo para aclamar a Dios. Ese era para los judíos, contemporáneos de Jesús, el momento final de la historia. A nosotros, hoy, nos sirve para aclamar la grandeza de Dios y el amor por sus criaturas
Del salmo 97
El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.
Cantemos al Señor un canto nuevo,
pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo
le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria
y ha revelado a las naciones su justicia.
Una vez más ha demostrado Dios su amor
y su lealtad hacia Israel. R/.
La tierra entera ha contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Que todos los pueblos y naciones
aclamen con júbilo al Señor. R/.

SEGUNDA LECTURA
2 Timoteo: 2, 8-13
Si nos mantenemos firmes, reinaremos con Cristo.San Pablo escribe la Segunda Carta a Timoteo –que es nuestra segunda lectura de hoy—ya en prisión. Es la última carta escrita por el apóstol. Poco después llegaría su martirio. Y aunque se siente profundamente solo todavía intentar enseñar a su discípulo que la perseverancia –sin importar los duros trabajos y el sufrimiento—nos llevará a reinar con Cristo. Ese es su mensaje.
Querido hermano: Recuerda siempre que Jesucristo, descendiente de David, resucitó de entre los muertos, conforme al Evangelio que yo predico. Por este Evangelio sufro hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo sobrellevo todo por amor a los elegidos, para que ellos también alcancen en Cristo Jesús la salvación, y con ella, la gloria eterna.
Es verdad lo que decimos: "Si morimos con Él, viviremos con Él; si nos mantenemos firmes, reinaremos con Él; si lo negamos, Él también nos negará; si le somos infieles, Él permanece fiel, porque no puede contradecirse a sí mismo". 
Palabra de Dios

EVANGELIO
San Lucas: 17, 11-19
¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?El episodio de los diez leprosos, del capítulo 17 del Evangelio de San Lucas, nos indica claramente la dureza de corazón de los judíos de tiempo de Jesús. Solo uno de los curados de la lepra –terrible enfermedad—vuelve a dar gracias al Señor. El resto han preferido presentarse solamente a los sacerdotes y obtener su certificado de pureza. Ya podían vivir en la comunidad. Pero olvidan agradecer el favor recibido. ¡Que no seamos nosotros así!
En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían: "¡Jesús, maestro, ten compasión de nosotros!".
Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra. Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ése era un samaritano. Entonces dijo Jesús: "¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?" Después le dijo al samaritano: "Levántate y vete. Tu fe te ha salva-do". 
Palabra del Señor

viernes, 11 de octubre de 2013

Imagenes para pensar: Dadnos responsabilidad


En la ciudad de Drachten no existen semáforos, ni señales de tráfico... ni siquiera aceras. En 2007 se pensó que para mejorar la circulación basta con dejar a conductores, ciclistas y peatones la responsabilidad de negociar sus movimientos con el resto de usuarios de la vía pública. El tráfico es fluido, no se oyen cláxones y el número anual de accidentes descendió de 8 a 1.

Magín
pastoralsj

Jesuitas: Valparaíso: Oración cantada con Cristóbal Fones S.J. Hoy viernes


martes, 8 de octubre de 2013

Cuando Bergoglio derrotó a los teólogos de la liberación por Sandro Magister


Un obispo que fue testigo directo del choque cuenta el desarrollo del mismo y la puesta en juego. Si después Francisco fue elegido Papa, se debe también a lo que sucedió en 2007 en Aparecida 

ROMA, 1 de octubre de 2013 – Entre los pocos dirigentes de la curia confirmados hasta ahora por el Papa Francisco a la cabeza de los dicasterios vaticanos está el arzobispo alemán Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la congregación para la doctrina de la fe.

Müller es discípulo y amigo del peruano Gustavo Gutiérrez, fundador de la teología de la liberación, con el cual incluso ha escrito un pequeño libro en 2004, recientemente reeditado en Italia.

Esto ha inducido a muchos – entre los cuales "L'Osservatore Romano" – a concluir, precipitadamente, que el magisterio de la Iglesia se había reconciliado con la teología de la liberación, asociando al Papa Francisco con esta nueva paz.

Pero las cosas no son para nada de esta manera. Y Sandro Magister explicó por qué:

> Hecha la paz entre Müller y Gutiérrez. Pero Francisco no está de acuerdo...


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El Vaticano II para los jóvenes por Jorge Costadoat S.J.


He sabido que algunos jóvenes, cuando oyen hablar del “Concilio”, piensan que se trata de algo antiguo e, incluso, anticuado. Mi generación, en cambio, considera que al Vaticano II se debe la gran renovación de la Iglesia actual. ¿Qué renovación?, dirán los jóvenes. Tampoco yo podría explicarlo del todo, pues en ese entonces era muy niño. Solo he conocido esta Iglesia, que a unos parece vieja o incomprensible y que para mí necesita renovarse aún más.
Así las cosas me pregunto: ¿qué tengo yo en común con las nuevas generaciones como para explicarles que el Concilio Vaticano II ha impulsado cambios enormes en la Iglesia, y cambios que todavía tienen que darse? Me cuesta referirme a las generaciones más jóvenes. Tengo la impresión de que vivimos en mundos distintos. Pero, si me detengo a pensar con más profundidad, si miro a mis sobrinos pequeños, cincuenta años menores, caigo en la cuenta de que tenemos en común al menos dos cosas: primero, tanto para ellos como para mí el amor es algo muy importante; segundo, a mí y a ellos nos gustan las papas fritas. Me perdonarán la comparación. Esta me anima a explicar que, a gracias al Vaticano II podemos imaginar que la Iglesia, si se renueva, tiene un enorme porvenir...

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Papa en Santa Marta: Rezar es abrir la puerta a Dios. Saber elegir “la mejor parte”. "la oración hace milagros", si no es mecánica. EXTRACTO DE LA HOMILÍA DEL PAPA. Audio y video


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Un corazón que sabe orar y sabe perdonar. Por esto podemos reconocer a un cristiano. Lo dijo esta mañana el Papa Francisco en la homilía de la Misa en la Casa de Santa Marta. Y precisamente del Evangelio dedicado a la Santa a la que está titulada su residencia, el Papa desarrolló algunas ideas para recordarnos que “la oración hace milagros”, siempre y cuando no sea el resultado de un acto mecánico . 


Marta y el profeta Jonás. Estas figuras plásticas del Nuevo y del Antiguo Testamento, presentadas por la liturgia de hoy, están unidas de una incapacidad idéntica: no sabían orar. El Pontífice se refirió en su homilía a este aspecto, partiendo de la famosa escena en el Evangelio en donde Marta pide casi en tono de reproche a Jesús para que su hermana la ayudara a servir, en lugar de permanecer parada escuchándolo, mientras que Jesús responde:..


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REFLEXIÓN: ¿Y si salimos de la tierra conocida?


¿No tienes ganas, a veces, de romper un poco las fronteras cotidianas, las convenciones sólidamente arraigadas, las seguridades que forman parte del día a día? 

¿No tienes ganas de cambiar los horarios, darle la vuelta a las expectativas, decir versos inesperados? 

¿No tienes ganas de zambullirte en una fe que te zarandee hasta la entraña, que le dé la vuelta a tu horizonte, que te inquiete, te llame, te fascine y te seduzca?

¿No tienes ganas, a veces, de volar para ver mejor?



¿Y si salimos de la tierra conocida? - Demasiado se da por sentado



«El Señor dijo a Abrán: Sal de tu tierra nativa y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.» (Gen 12, 1)



La gente da por sentadas muchas cosas, muchas seguridades, muchos prejuicios: los jóvenes son superficiales; los cristianos son de derechas; los justos son de izquierdas; los viejos se quejan; los pobres son buenos; los creyentes son ingenuos o necios; los políticos son malos y corruptos; los curas tienen panza, y viven como Dios; las monjas son monjitas; los científicos son ateos; los guapos son tontos… suma y sigue. 


¿No hace falta, alguna vez, zarandear tantas estupideces, tantas afirmaciones que no tienen otro fundamento que el vacío, y mirar, con audacia y valentía, el mundo de otra manera…?


¿Por qué no intentar mirar a tu mundo y a tu gente, por un día, sin dar demasiadas cosas por sentado?



Encargo (fragmento)

Id, canciones mías, al solitario y al insatisfecho,
id también al desquiciado, al esclavo de las convenciones,
llevadles mi desprecio hacia sus opresores.
Id como una ola gigante de agua fría,
llevad mi desprecio por los opresores.

Hablad contra la opresión inconsciente,
hablad contra la tiranía de los que no tienen imaginación,
hablad contra las ataduras,
id a la burguesa que se está muriendo de tedio,
id a las mujeres de los barrios residenciales,
id a las repugnantemente casadas,
id a aquellas cuyo fracaso está oculto,
id a las emparejadas sin fortuna,
id a la esposa comprada,
id a la mujer comprometida.

Id a los que tienen una lujuria exquisita,
id a aquellos cuyos deseos exquisitos son frustrados,
id como una plaga contra el aburrimiento del mundo;
id con vuestro filo contra esto,
reforzad los sutiles cordones,
traed confianza a las algas y tentáculos del alma.

Ezra Pound





¿Y si salimos de la tierra conocida? - La audacia de soñar



«Después derramaré mi espíritu sobre todos: vuestros hijos e hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones.» (Joel 3, 1)


Eso sí merece la pena. Soñar en otro mundo posible. Soñar en otra vida, en otra justicia, en otra humanidad mucho más capaz de resolver sus cuitas. Y más que soñar creer. 

Creer que hay caminos para acercarse a ese mundo mejor. Caminos necesarios, fascinantes. Caminos alternativos.

Lógicas que prescinden de lo que el mundo vende como imprescindible, necesario e inevitable. 

Formas que arrancan del amor y la búsqueda de una verdad diferente. No puede ser de otra manera.



¿En qué sueñas tú?




Hombres descalzos

Grávida luz, me hiere tu silencio;
quéjate, grita, rómpeme la sangre
con un feroz escalofrío.
Será la muerte, sí, pero no importa.
¡Morir hasta que el mundo resucite!
Morir hasta que sean en el mundo
los hombres recorriéndolo descalzos:
¡la humanidad por fin enriquecida!

Hombres descalzos;
por su planta desnuda, justos, buenos.
Hombres que al ir andando en carne viva.
sintieran el dolor de cada hombre
latir en cada piedra que rozaran;
sintieran cada gota de rocío
temblar a cada sed, a cada lágrima,
morir a cada muerte, y gota a gota,
encadenando así nuevos rocíos.

Hombres descalzos;
por su planta desnuda,
sobre la tierra lentos y seguros,
como una enredadera sorprendente,
como si Dios sus águilas postrase,
y fueran en el mundo las palomas.


Ana Inés Bonin Armstrong



pastoralsj

lunes, 7 de octubre de 2013

Valdivia Jóvenes Misa CVX ... Fe y política


Este miércoles a las 19.15 hrs. donde pondremos frente al Señor nuestras oraciones por las futuras elecciones presidenciales y parlamentarias, en la Universidad Austral de Chile, Valdivia

CVX Jóvenes de Santiago: Ciclos Teológicos: "Biblia leída desde Latinoamérica". Continúa este miércoles


Continúa el Ciclo de formación teológica. El tema de este miércoles corresponde a "La Biblia leida desde Latinoamérica" y el expositor invitado es Mike Van Treek. Nuestra reuniín será de 19:30 hrs. a 21:15 en la casa de CVX (María Luisa Santander 0290, Providencia).

Antecedentes

Si tienen deseos de profundizar en su fe o tienen la necesidad de dar razón de aquello que creen, para ser protagonistas en nuestra iglesia hoy, los invitamos a asistir al Ciclo de formación teológica «Nuestra fe pensada desde Latinoamérica » organizado por la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) Jóvenes de santiago, el  Centro Universitario Ignaciano (CUI) de la Universidad Alberto Hurtado y el Centro Teológico Manuel Larraín. El objetivo es profundizar los elementos fundamentales de nuestra fe desde la óptica de la teología de la liberación.

El ciclo se llevará a cabo cada miércoles, desde el 2 de octubre al 13 de noviembre, de 19:30 hrs. a 21:15 en la casa de CVX (María Luisa Santander 0290, Providencia). Los cupos son limitados, y se pueden inscribir mandando un mail a cvxjovenestgo@gmail.com.

Papa en Santa Marta: Hay que encontrar a Dios en nuestra historia de cada día. Tú ¿huyes de Dios? TEXTO DE LA HOMILÍA EN ESPAÑOL. Audio y video



Dejemos escribir nuestra vida por Dios. Fue la exhortación del Papa Francisco que, en la Misa de esta mañana en la Casa Santa Marta, se detuvo en las figuras de Jonás y del Buen Samaritano. A veces, observó el Santo Padre, puede pasar que también un cristiano, un católico huya de Dios, mientras que un pecador, considerado lejano de Dios, escuche la voz del Señor. 

Jonás sirve al Señor, reza mucho y hace el bien, pero cuando el Señor lo llama comienza a huir. El Papa Francisco desarrolló su homilía centrándola en el tema de la “fuga de Dios”. Jonás, subrayó el Pontífice, “tenía su historia escrita” y “no quería ser molestado. El Señor lo envió a Nínive, y él se embarcó hacia España. Huía del Señor”:

“La fuga de Dios. Se puede huir de Dios, aun siendo cristiano, siendo católico, siendo de la Acción Católica, siendo sacerdote, obispo, Papa ... todos, ¡todos pueden huir de Dios! Es una tentación diaria. No escuchar a Dios, no escuchar su voz, no sentir en el corazón su propuesta, su invitación. Se puede escapar directamente. Hay otras formar de huir de Dios, un poco más educadas, un poco más sofisticadas, ¿no? En el Evangelio, encontramos a este hombre medio muerto, tirado al borde del camino, y por casualidad, un sacerdote pasaba por ese camino - un sacerdote digno, con la sotana, bueno, ¡muy bueno! Miró y observó: ‘Llegaré tarde a misa’, y se fue. No había oído la voz de Dios allí”...

Ver completo aquí

Algo para pensar y orar en esta semana


Humildad y compasión
Las personas verdaderamente humildes son compasivas. Ellas pueden entristecerse cuando otras son irresponsables; pero no pierden la serenidad ni juzgan duramente. En vez de eso, se colocan el los zapatos de los ingratos y tratan de amar en sus realidades.
Ellos ruegan para que el Amor de Dios brille sobre los malvados y sobre los buenos; sobre los indiferentes como sobre los comprometidos. Ellos no se apoyan en sus propios recursos, y su confianza en Dios es tan arrolladora que Dios no puede dejar de responder a sus ruegos. Son suficientemente cariñosos para ver que la maldad de muchos se debe al poco amor que han recibido en sus vidas. Ellos entregan sus corazones, sus mentes y sus manos a Dios, de modo que Dios pueda trabajar con ellas.
Ellos no se agobian. Han respondido a la atracción gravitacional de Dios, por lo que sus yugos son livianos y sus cargas ligeras. El amor les ha dado alas. Han renunciado a sus intentos de regir sus propias vidas, y al rendirse incondicionalmente a Dios, experimentan una alegría que los levanta. Han llegado a estar tan sintonizados con Dios, que se han sintonizado, con gratitud, a su llamado a servir.
Espacio Sagrado

En clave de Dios: La acogida



Recuerdo cuando llegamos a vivir a la República Dominicana, un lugar donde la gente que nos rodeaba y sus contextos nos iban revelando muchas carencias en lo material. Recuerdo que ante la amabilidad y la generosidad de la gente a veces respondíamos rechazando algunas invitaciones o gestos de acogida, conscientes de que para esas personas eso estaba suponiendo un importante esfuerzo. Un día, tras una de esas negativas, alguien nos miró con gran ternura y también firmeza, y nos dijo “pero déjense querer, muchachos”. A partir de ahí hemos ido aprendiendo mucho sobre el dejarse acoger; lo que significa ser acogidos, y lo que supone para la persona que desea acoger. 

En relación con nuestro acoger, lo hemos ido entendiendo como el tratar de ser sensibles a las realidades y necesidades de la otra persona, desde las más materiales (una cama, comida, etc.), a otras, como sus ideas, sentimientos… Y una vez abiertos a esa realidad, acogida quiere decir poder responder abriendo las puertas, las de nuestra casa y las de nosotros/as mismos/as. Darnos cuenta de que las fronteras o límites que ponemos, no solo nos protegen, sino que muchas veces también nos limitan a la hora de encontrarnos con el corazón de otras personas. Poder transformar las fronteras en brazos que acogen.

En el otro lado del concepto Acogida tenemos el dejarse acoger: esto tiene que ver con el poder conectar con la parte más vulnerable de nosotros/as, la que nos hace descubrir que necesitamos de las otras personas. Aún cuando creemos que lo tenemos todo, que no necesitamos a nadie, que lo que tenemos vale tanto que es difícil que nos puedan dar algo que nos esté faltando... una imagen que nos ayudó mucho a entenderlo es la propia experiencia de Jesús en su vida cuando fue tantas veces acogido, incluso como extranjero, así como por los más pobres y excluidos. En la forma en que él vivió esas experiencias nos muestra su enorme humildad, capacidad de amar, y cómo con esa actitud siempre dignificó a quien le acompañó. 

Acoger y dejarse acoger son conceptos ligados e inseparables: cuando me acogen, yo también acojo, ya que estoy aceptando a la vez al otro/a… Todo un trabalenguas de posibilidades y sentidos que, al vivirlos, nos llenan de felicidad y nos ponen en el camino que invita a vivir Jesús.  


Javier Troyas y Raquel Abad
pastoralsj

domingo, 6 de octubre de 2013

Encuentros con la Palabra por Hermann Rodríguez S.J. “Los apóstoles pidieron al Señor: – Danos más fe”


Leí alguna vez que hace mucho tiempo vivió en la China un niño llamado Ping que amaba tiernamente las flores. Todo lo que sembraba crecía como por encanto. Un día, el Emperador, que era muy viejo, decidió buscar a su sucesor. ¿Quién podría ser? ¿Cómo podría escogerlo? Decidió que iba a dejar que las flores lo escogieran. Al día siguiente salió un bando: todos los niños deberían venir a la gran plaza para recibir de manos del Emperador semillas de flores. "Quien en el plazo de un año me pueda mostrar el mejor resultado", dijo, "me sucederá en el trono". Esta noticia causó gran revuelo. Los niños de todos los rincones acudieron para recibir sus semillas. Los papás querían que su hijo fuera escogido como Emperador y los niños soñaban con ser escogidos. Cuando Ping recibió sus semillas se sintió el más feliz de todos los niños. Estaba totalmente seguro que podría cultivar las flores más hermosas.
Ping llenó una matera con tierra y plantó la semilla. La rociaba todos los días. Los días pasaron pero nada germinaba en la matera. Ping estaba muy triste. Entonces tomó una matera más grande y echó en ella la mejor tierra y tomó la semilla y la plantó. Esperó dos meses más y no pasó nada. Poco a poco paso un año entero. Llegó la primavera y los niños vistieron sus más preciosos trajes para agradar al Emperador. Se dirigieron a la plaza con sus hermosísimas flores, esperando cada uno que sería el escogido. Ping se sentía avergonzado con su matera vacía. Pensó que los demás niños se burlarían de él. Sin embargo, fue a la plaza. El Emperador observaba detenidamente todas las flores. ¡Qué flores tan hermosas! Pero el Emperador no decía ni una palabra. Finalmente, se acercó a Ping, quien agachó su cabeza lleno de vergüenza esperando que sería castigado. El Emperador le preguntó: "¿Por qué trajiste una matera vacía?" Ping comenzó a llorar y respondió: "Planté la semilla que usted me dio, la rocié cada día, pero no germinó. La sembré en una matera más grande, le puse una tierra mejor y tampoco germinó. Esperé un año entero pero nada creció. Por esta razón hoy vengo ante su presencia con una matera vacía. Hice lo mejor que pude".
Cuando el Emperador escuchó estas palabras, se dibujó en su rostro una sonrisa y puso su mano sobre el hombro de Ping. Luego exclamo: "¡Lo encontré! ¡Encontré a la única persona digna de ser Emperador! No sé de dónde sacaron las semillas que ustedes cultivaron. Porque las semillas que yo les di, habían sido cocinadas. Por lo tanto, era imposible que pudieran germinar. Admiro a Ping por el valor que ha tenido para venir delante de mi con su vacía verdad. Por lo tanto, ahora lo premio con el reino y lo nombro mi sucesor.
Si somos sinceros, más del noventa por ciento de las cosas que hacemos en nuestra vida, no tiene otra finalidad que buscarnos a nosotros mismos. El egoísmo es tan sutil, que nos engaña aún en nuestras buenas acciones. Reclamamos, exigimos, solicitamos que se nos tenga en cuenta de mil formas cada día... Pasamos factura por nuestras buenas obras. Queremos que se nos reconozca lo buenos que somos. Hemos hecho todo lo que nos correspondía hacer, y esto, automáticamente, nos hace merecedores de una recompensa por parte de Dios. Pocas experiencias tan importantes para aprender de la gratuidad, como la siembra y la cosecha. El campesino que siembra la semilla y recoge la cosecha, sabe que él ha sido responsable de ciertas condiciones externas que han facilitado las cosas, pero también es consciente de que el crecimiento y el fruto, es solamente obra y regalo de Dios. Esta bella historia nos recuerda que nosotros no somos dueños del crecimiento ni de los frutos, y que tener fe es hacer lo mejor posible las cosas, para que Dios realice su obra de salvación a través nuestro.
Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*
* Sacerdote jesuita, Decano académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá
Encuentros con la Palabra
RD

Comentando el Evangelio por José María Maruri S.J. LA FE NOS DA UN COMPAÑERO


 LA FE NOS DA UN COMPAÑERO

Por José María Maruri, SJ

1. - No sabe uno qué admirar más en esta conservación del Señor con sus discípulos. Si la elegancia con que disimulan su defecto al decir los apóstoles “auméntanos la Fe...” O la franqueza con que Jesús les responde: “lo que es Fe ni como un granito de mostaza tenéis”. Es más elegante decir Auméntanos la Fe” que reconocer crudamente “no tenemos Fe”, que es lo que Jesús les dice, “ni como un granito de mostaza”. Duras palabras para los apóstoles y duras para el Señor que llevando ya tanto tiempo con ellos sabe que no acaban de fiarse de Él.


2. - Porque Fe no es adhesión a una lista de creencias, admitir el credo y esto es lo que muchas veces entendemos por Fe y no lo es.

--Fe es una adhesión a una persona en cuya palabra creemos. Es confianza plena. Y hacia una persona no podemos tener una confianza a medias, capaz de ser aumentada, porque si nos fiamos de alguien solo a medias en realidad estamos desconfiando de esa persona y eso es lo que el Señor les dice a los Apóstoles: “ni como un granito de mostaza”

-- Fe es confiarnos al Señor que se ha llamado a sí mismo “Camino” y que nos dice a todos sígueme. Es decir que esa confianza en él tiene que ser dinámica, cambiante, nunca estática, porque si nos paramos, ni recorremos el “camino”, ni “seguimos” al Señor. El creyente no puede ser un sedentario. Tiene que ser un nómada como lo fue Abrahán, al que al Señor llevo y trajo por el desierto siempre en busca de Dios.

--La Fe no nos exime del cansancio de caminar cada día.

--La Fe no es escapismo del quehacer humano.


3. - Tabi wa michizure, dice el dicho japonés: el camino es según el compañero, significa. El camino supuestamente más cómodo por las mejores autopistas y el mejor de los coches puede ser incómodo, desagradable y aburrido si lo es el compañero que va con nosotros. Y el camino de montaña, sembrado de piedras y raíces, empinado entre riscos, puede convertirse en el recuerdo más maravilloso de nuestra vida según la mano del compañero en el que nos apoyamos y confiamos
Esto es lo que nos da la fe. No nos da un camino privilegiado y cómodo. No. No. Nos enseña desde el comienzo cuál y cómo va a ser el camino. La Fe nos da un compañero.

Un compañero que se define a Sí mismo como Pastor, no-ingeniero de Caminos... Pastor que camina delante por senderos de montaña, Pastor cuya mano fuerte está siempre al alcance de la nuestra por si resbalamos en el camino, que conoce bien sus caminos, aunque a nosotros no nos lo parezca.
La Fe da sentido al camino porque el Señor va delante y sabe a dónde va. La Fe nos da la alegría de caminar hombro con hombro con el Señor...

La Fe así se convierte en aventura, en descubrimiento de nuevas montañas, donde no valen mapas ni itinerarios preconcebidos, porque ese Señor que nos ha dicho “sígueme” al caminar va haciendo el camino delante de nosotros.

Cuando la Fe se hace cómoda, facilitona, de sillón, zapatillas y vaso de whisky esa fe es como la de los apóstoles, “ni como un grano de mostaza”
Si es viva, energética, plenamente confiada en el compañero se viaje que camina delante. Esa es fe de verdad. Es Fe que nos hará decir: “Señor, caminando tras de Ti no hago más que lo que tengo que hacer. Sor siervo inútil y sin provecho, pero feliz de ir contigo donde me lleves.

Betania