viernes, 31 de enero de 2014

JESUITAS: Renacer a la misión originaria por Jorge Cela, S.J.


Lima, 30 de enero de 2014
Es finales de julio de 1773. Amanece en Roma. Un ex-jesuita llegado hace unos años de América, de lo que conocemos como las reducciones del Paraguay, busca la quietud de una capilla para un rato de oración. Es su “oración del huerto”. Ha fracasado su proyecto y ni siquiera sabe muy bien quién es ni adónde va. La Compañía de Jesús ha sido suprimida por el Papa. -”Hágase, Padre, tu voluntad y no la mía”. Con Ignacio de Loyola aprendió a pedir la tercera manera de humildad: humillación y oprobio con Cristo despojado, más que gloria y éxito. Pero nunca pensó que sería tanto.
Setenta años después los jesuitas, restablecida ya la Compañía, retornados a América, buscan volver a los territorios de misión entre indígenas, que estuvieron en el vórtice de la tormenta que los llevó hasta la extinción.
Este año celebramos el bicentenario del restablecimiento de la Compañía. Al hacer los Ejercicios anuales pediremos de nuevo ser puestos bajo la bandera de Jesús y elegir “oprobios con Cristo lleno de ellos más que honores”.  Y quizá un escalofrío recorrerá nuestra oración al pensar que pueda ser posible. También en aquel tiempo parecía impensable. Sin embargo, para la modernidad que intrigaba en las cortes europeas, nuestra fidelidad al Papa resultaba molesta. Y se forjaron la fábula de los tesoros jesuitas y las conspiraciones secretas para forzar su supresión. Molestaba que enseñáramos a pensar incluso a los pueblos originarios de América; que incidiéramos en el pensamiento y valores de élites y pueblo; que tuviéramos una sólida organización internacional, ya en aquella época en que el mundo apenas comenzaba a sospecharse global y entenderse desde los parámetros de la ciencia. Molestaba, también es verdad, que lo hiciéramos a veces con la autosuficiencia y arrogancia de quien se cree mejor y bien conectado.
Y nos dieron el golpe más certero. Desde la Iglesia misma, a la que juramos obediencia. La soberbia se volvió humillación hasta el despojo y la muerte.
En el momento de renacer tuvo que ser muy fuerte la tentación del miedo, de no arriesgar de nuevo otra supresión. De callar y someterse para sobrevivir.
Hubo un rápido crecimiento y expansión. Nuestra labor educadora fue reclamada por las élites de muchos sitios. Nuestra fidelidad, puesta a prueba en los años de supresión, y nuestra capacidad de cerrar filas en torno a la misión común, movieron a pensar que podríamos ser adecuados defensores del antiguo régimen que se derrumbaba, y del que la Iglesia acosada fue aliada ante el avance avasallador de la modernidad.
Treinta años después del restablecimiento los jesuitas están buscando volver a los puestos de misión, están dialogando con las ciencias de la modernidad y entre las masas abandonadas por la revolución industrial a través de las misiones populares.
La tentación fue de nuevo el poder, desde las élites carcomidas de la premodernidad o desde la autosuficiencia intelectual. Y el camino de salvación fue nuevamente la cercanía con los pobres y excluidos, la profundidad que nace de la oración y el estudio y el compromiso como cuerpo, superando nuestros individualismos, con una causa que no es la propia, sino la de Dios, la de su pueblo.
Y aquí estamos, en este desierto, debatiéndonos entre la tentación del poder y la soberbia, discerniendo los caminos del Señor, llenos de proyectos y esperanzas que encuentran su apoyo en la confianza en el Señor.
Que este año la conmemoración del bicentenario del restablecimiento de la Compañía nos ayude a crecer en cercanía con los pobres, en claridad de mirada evangélica, en compromiso con la fe y la justicia en este mundo intercultural e interreligioso y en unidad de cuerpo, como red de identidad fuerte y misión clara.
Jorge Cela, S.J.
Presidente de la CPAL
CPAL

martes, 28 de enero de 2014

Derecho a decidir: ¿De quién y de qué? por José Ignacio González Faus S.J.



Confesión previa: quizá soy anormal, pero no creo en las patrias. Forma parte de mi espiritualidad que las patrias suelen ser un ídolo con el que los humanos revestimos de virtud nuestras pasiones, como cuando llamamos justicia a nuestra sed de ver sufrir a quien nos hizo daño. Lo cristiano es servir y amar hasta el máximo a la comunidad en la que me encuentre. Eso quisiera hacer y no sé si he sabido hacerlo.
Por otro lado, una Cataluña independiente me liberaría de esa España machadiana que embiste y reza cuando se digna usar de la cabeza. Esa España no alcanza en Cataluña más allá del 10% mientras en el centro de la península puede acercarse al 50% y dispone de enorme poder económico y mediático, agobiante y duro de soportar. Éste es un importante hecho diferencial.
Dicho lo anterior, tengo mis reservas sobre el modo como se está tratando el derecho a decidir. Reservas, no de carácter político o nacionalista, sino de tiempo y de lógica elemental.
De tiempo porque, en una España indignante con 30000 € de renta per capita y cuatro millones de españoles que carecen de calefacción y agua caliente en este invierno, el tema Cataluña está sirviendo (a Mas y a Rajoy) como un Gibraltar distractivo en tiempos de Franco. ¿Acaso no teníamos derecho a decidir sobre todos los recortes que nos impuso el señor Mas? De lógica porque ningún derecho puede vindicarse con contenidos nebulosos, “ingrávidos y sutiles como pompas de jabón”, que cantaba Serrat con Machado. Un derecho reclama sujetos y contenidos bien delimitados. Veámoslos.
1. Sujetos.- Si en una Cataluña independiente, las poblaciones con mayoría inmigrante reclamaran el “derecho a decidir” ingresar en España ¿lo tendrían? ¿ellas solas o toda Cataluña? Esto es pura hipótesis, pero ahora desde el resto de la península invocan también un derecho a decidir sobre la suerte de Cataluña, que no es territorio de ultramar sino parte de un todo: ¿tienen ese derecho? ¿en igual proporción que Cataluña? El gran problema del aborto reside en si hay derecho a decidir sobre algo que, aunque esté en tu cuerpo, no es tuyo como tus uñas si quieres pintártelas, o tus pechos si quieres ponerte silicona o vaciártelos como Angelina Jolie; en el aborto se trata de algo muy distinto a eso y muy serio, que cuestiona el derecho a decidir. Y la afirmación generalizada sobre el derecho a disponer del propio cuerpo es tan neoliberal y tan derechosa como la del que esgrime el derecho a disponer de su dinero como quiera. Tal derecho no existe porque, a partir de un cierto límite, tu dinero ya no es tuyo aunque esté en tu bolsillo o en tu cuenta corriente.
2.- Sujeto impreciso, derecho oscuro. Si ahora pasamos al objeto de la decisión, mi perplejidad crece porque ese derecho viene siendo invocado sin definir nítidamente sus contenidos. Sólo ERC lo tiene cartesianamente claro: Catalunya independiente al precio que sea, o a cualquier precio salvo el de la violencia (cosa muy de agradecer); aunque sin aclarar qué tanto por cien se requeriría para esa independencia. Teresa Forcades añade una banca nacionalizada y “no aceptar una deuda que consideramos ilegítima, contraída para rescatar con capital público unas entidades privadas”. Si con esa independencia estaremos peor, si quedaremos fuera de Europa son cosas que no importan: porque “vale más honra sin barcos que barcos sin honra”, como dijo el otro.
Hoy tenemos ya unas preguntas que son breves pero siguen sin ser claras. La mayoría de votantes no sabe qué es eso de “un estado”, distinto del independiente y del “som una nació” (estado y nación no significan lo mismo aquí que en EEUU). Tampoco se suministra al ciudadano la información necesaria para poder decidir con libertad y conocimiento de causa. Si la pregunta fuese: “¿desea Ud una Cataluña independiente aun a riesgo de quedar fuera de la UE y no participar en las decisiones del euro, pero una Cataluña más justa e igualitaria, aunque menos rica?”, quizá yo votaría sí, sabiendo a qué atenerme.
Estoy queriendo decir que el fundamento del derecho a decidir es el derecho a poder hacerlo, esto es: contar con suficiente información sobre ventajas e inconvenientes, consecuencias positivas y negativas de la decisión que nos arrogamos el derecho a tomar. Esta condición de posibilidad no la veo respetada: porque nuestra democracia no es un sistema de información sino de manipulación, y nuestra hora histórica no parece hora de “seny” sino de “rauxa”: no de razonamientos serenos sino de afectos primarios.
Ejemplos de esa “rauxa”: por un lado, Rajoy invoca su deber de cumplir la Constitución cuando, en temas sociales (vivienda, sanidad, pobreza, educación…), la está pisoteando desde que llegó al poder. Mientras que, en el caso del referéndum, hay juristas que creen que tendría una posibilidad en el artículo 92 (“decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum…. Convocado por el Rey mediante propuesta del presidente del Gobierno”…). Pero es evidente que, si buscara una salida por ahí, la extrema derecha que ahora le apoya, le defenestraría.
Por el otro lado, los independentistas que conozco lo son:
- porque creen que así vivirán mejor. Prescindiendo de lo que esto pueda suponer de insolidaridad, me parece que eso es algo de lo que quiere decir la expresión tan catalana de “somniar truites”. No comprendo que profesionales de la política puedan creer que luego de la separación podrán establecerse unas relaciones de fraternidad con España (hasta formar una Confederación Ibérica con Portugal y Andorra) y con el Barça y el Español jugando en la liga española…, de modo que España es el gran enemigo antes de la separación y el gran amigo después de ella. He vivido algún caso de parejas en que uno de los dos se cegaba y llegaba a creer que: “ahora te voy a poner los cuernos, pero luego nos querremos mucho”. Pues algo así.
Otros los son para afirmar una identidad que sienten agredida. Pueden tener su razón, pero convendría no olvidar que el gran agresor de esa identidad es el PP. Y bien: han sido precisamente partidos nacionalistas los que a veces han hecho posible que el PP pudiera gobernar. Pues ese partido no tiene ningún otro con quien pactar y (salvo casos como el de las elecciones del 2011, donde se votó sobre todo para castigar al PSOE) nunca conseguiría por sí solo una mayoría absoluta, dado que lleva en su seno a la extrema derecha más recalcitrante. En situaciones normales lo más a que podría aspirar el PP es a que le pase lo de Andalucía: que a lo mejor llega a ser la lista más votada, pero también es la más vetada y no tiene con quien aliarse para configurar una mayoría. No deja de ser chusco que esa alianza les venga de partidos identitarios: quizá porque coinciden en los presupuestos económicos.
Otros son hoy independentistas sólo para darle una patada “en los mismísimos” a Madrid. Esta es una decisión más de rabia que de sentido común. Pero ha sido fomentada desde el poder, por actuaciones como ese show pretendidamente académico de “España contra Cataluña”. Hasta Esquerra se desmarcó de ese título digno de la mala uva de don Cristóbal Montoro, y que elige sólo un aspecto de una realidad compleja y convierte ese aspecto en la totalidad de esa realidad. Desconoce así todas las quejas de personas tan respetables como Muñoz Molina contra esos catalanes a los que antaño tanto trataron de ayudar. El seny pediría escuchar a todos, también a los hispanos que aman a Catalunya y antaño lucharon a favor suyo.
Así se ha llegado a la “verdad oficial” de que, al rechazar el Estatut, España rechazó a Catalunya. Nunca se dice ni se reconoce que el Estatut fue aprobado por el pueblo español en el parlamento. Y que el rechazo vino más tarde, de un poder judicial, donde ya se sabe que domina “la otra España” y que maltrata tanto a Catalunya como a otras comunidades. Pero de haber titulado “la otra España contra Catalunya” eso ya no daría votos. Pero ¿se trata de decidir bien, o de decidir lo que yo quiero que decidan?…
Acabemos con un ejemplo a no olvidar, de lo que puede ser un derecho a decidir sin objetivos claros: apelando a orgullos patrios o a “España la primera en dar un sí a Europa”, el bueno de Zapatero nos hizo aprobar una lamentable constitución europea que implicaba la muerte de lo más valioso de Europa y la dictadura de esa “troika” que decide por nosotros. Holanda y Francia lo vieron más claro (aunque tampoco les sirvió para mucho). Bien es verdad que, como contraposición a eso, mucha gente catalana ha encontrado en estos momentos oscuros una ilusión y una razón para vivir en el sueño independentista. Cosa importante en momentos tan desilusionados y tan nihilistas como los actuales. El tiempo dirá si, también aquí, hay que aplicar el dicho aquel der “más dura será la caída”….
Y un apéndice para obispos y clero: no apelen aquí a la moral, porque ni la unidad de España ni una independencia tienen nada que ver con la moral. En todo caso, la moralidad podrá estar en el modo como se la gestiona pero no en el hecho: por ejemplo en que las iglesias se dediquen a poner banderas, con estrella o sin ella, como si la casa de Dios no fuera casa de oración “para todas las gentes”...
(N.B. Este artículo es la versión más válida de otro aparecido este mes en La Vanguardia, donde tuve que abreviarlo por el límite de espacios que me pide el periódico).
José Ignacio González Faus S.J.
Miradas Cristianas
RD

Mi respuesta al Sínodo sobre la familia por Juan Masiá S.J.


Recuperar lo humano, revisar lo histórico, redescubrir lo evangélico
En vez de responder directamente a las preguntas enviadas por el secretariado del Sínodo (que parecen formuladas para inducir y condicionar la respuesta), es preferible expresar para conocimiento de los obispos sinodales una opinión sobre cada uno de los nueve temas indicados en el título de cada bloque de preguntas. En el marco de una reunión con profesionales y matrimonios católicos que asisten a cursos de formación permanente en teología, redacto mi propia opinión incorporando las aportaciones recibidas por los participantes.
1. Sobre Biblia y magisterio eclesiástico acerca de la familia.
En vez de preguntar si se difunden y cómo se aceptan las enseñanzas de la Iglesia sobre matrimonio, familia y sexualidad, hay que plantear la revisión radical del modo de leer, interpretar y aplicar los textos bíblicos, tal como se los usa en Humanae vitae de Pablo VI, en Familiaris consortio de Juan Pablo II y en el Catecismo de 1992.
2. Sobre matrimonio y ley natural.
En vez de preguntar por el matrimonio según la ley natural, hay que revisar y corregir la manera estrecha de entender la llamada ley natural y la pretension de que la Iglesia se arrogue el monopolio de su interpretación. Es necesario clarificar el modo de entender la enseñanza de la Iglesia en el campo moral. Se refiere más a una enseñanza parenética o exhortativa, que pretende ayudar  a las personas a evitar el mal y hacer el bien. El papel de la Iglesia, como explicaba el cardenal Martini, no es el de multiplicar definiciones y condenaciones, sino el de ayudar a las personas a vivir más humanamente y con esperanza. La confusión entre estas exhortaciones y la doctrina moral es dañosa, porque provoca el malentendido de considerar herético lo que es meramente un disentir responsable con relación a una determinada recomendación que no tiene por qué ser considerada como una afirmación doctrinal.
3. Sobre pastoral familiar y evangelización.
*No es sólo cuestión de flexibilizar la práctica pastoral sin tocar la enseñanza sobre la supuesta “doctrina” de la Iglesia. De hecho, hace décadas que muchas personas creyentes y obispos y sacerdotes que están en el seno de la iglesia se sienten con toda libertad para disentir de las exageraciones de la llamada “doctrina de la Iglesia”. Pero esta no cambia abierta y oficialmente y hay una brecha abierta de separación entre esta práctica pastoral evangélica y las posturas oficiales de la Iglesia, con las que pierde credibilidad dentro y fuera de ella. Por ejemplo, hay creyentes que piensan que usar un preservativo está prohibido, y hay no creyentes que piensan que el uso del preservativo está condenado. Pero en el consultorio y en clase de teología moral decimos claramente, con frase del Cardenal Martini, que “ni le corresponde a la iglesia condenarlo ni es su misión recomendarlo”. Sin embargo las jerarquías eclesiásticas no se han atrevido a decir esto y por eso han perdido tanta credibilidad durante los tres últimos pontificados.
*Tanto en la práctica de la pastoral familiar como en los documentos y exhortaciones de la Iglesia sobre matrimonio y familia hay que corregir tres fallos graves :
1) Hay que evitar la falta de distinción entre las enseñanzas principales (que son pocas y muy básicas, p. e., la paternidad responsable) y las cuestiones secundarias y discutibles (que pueden ser muy variadas, p.e., las recomendaciones que hicieron los Papas Pablo VI y Juan Pablo II acerca de los anticonceptivos.
2) Hay que evitar que se junte el olvido de las enseñanzas principales con el empeño en convertir en señal de identidad católica el asentimiento ciego a esas otras recomendaciones secundarias.
3) Hay que evitar que personas creyentes poco formadas como adultas en su fe crean equivocadamente que no se puede disentir de la iglesia en estas cuestiones secundarias y confundan la discrepancia razonable y responsable con la disidencia e infidelidad (Por ejemplo, disentir de la Humanae vitae no es cuestión de pecado, ni de obediencia, ni de fe. Esto hay que enseñarlo claramente y no sólo decirlo en voz baja en el consultorio o en el confesionario).
4. Sobre la actitud pastoral ante las situaciones difíciles de parejas y matrimonios.
*Hay que revisar el criterio acerca de las relaciones sexuales fuera del marco jurídicamenrte formalizado como matrimonio. Una buena referencia es el triple criterio propuesto por el episcopado japonés en su Carta sobre la Vida (1983): Criterio de fidelidad consigo mismo: ¿Cómo actuar en el terreno de la sexualidad y el amor, de modo que se respete uno a sí mismo? Criterio de sinceridad y autenticidad para con la pareja: ¿Cómo actuar en el terreno de la sexualidad y el amor de modo que se respete a la pareja? Criterio de responsabilidad social. ¿Cómo actuar de modo que se tome en serio la responsabilidad para con la vida que nace como fruto del amor?
*Hay que revisar la opinión expresada en los documentos oficiales de los tres últimos pontificados acerca de la inseparabilidad de lo unitivo y lo procreativo en la relación sexual y en cada uno de sus actos.
*La propuesta de una ética de máximos como ideal, por ejemplo, acerca del matrimonio indisoluble, debe hacerse compatible con la aceptación y apoyo pastoral y sacramental de las personas tras la ruptura de una relación matrimonial, y en el proceso de rehacer la vida con o sin otra nueva relación.
5. Sobre las relaciones de pareja homosexuales.
No basta afirmar con el catecismo que las personas con una orientación homosexual no deberían ser discriminadas ni en la sociedad ni en la Iglesia (Catecismo de la Iglesia católica, n. 2358). No basta afirmar que la orientación homosexual en sí misma no es un mal moral (Véase la Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la fe, Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre el cuidado pastoral de personas homosexuales, 1986, n. 3).
No basta explicar que algunos textos de la Escritura en que se alude a prácticas homosexuales deben ser leídos en el contexto de denuncia de las costumbres sociales de la época; no deberían ser utilizados nunca para emitir un juicio de culpabilidad contra quienes sufren a causa de su orientación sexual (Véase la Instrucción de la Congregación para la Doctrina de la fe, Persona humana, 1975, n. 8). Hay que dar un paso más y, en vez de concentrarse en cuestionar la relación sexual, la Iglesia debería confrontar el problema inherente a las reacciones negativas, tanto religiosas como sociales, con que se confronta este tema en la Iglesia y en la sociedad. Y dar también el paso de la acogida comunitaria, sacramental y pastoral de estas parejas y de la educación de su prole.
6. Sobre la educación de los hijos-as de parejas “no formalizadas” según el llamado “modelo tradicional” de familia.
Sin renunciar a lo ideal, hay que ser realista. Sin dejar de recomendar el ideal de la indisolubilidad, hay que asumir el hecho inevitable de las rupturas y la necesidad de sanación humana, espiritual y sacramental. Como escribe el epsicopado japonés en su Carta del Milenio, “Reconocemos que muchos hombres y mujeres no son capaces de cumplir la promesa de amor que hicieron al casarse… Hay situaciones en las que por diversas razones la ruptura es inevitable… Estas personas necesitan consuelo y ánimo. Lamentamos que la Iglesia haya sido a menudo un juez para ellas… Cuando el vínculo matrimonial, lamentablemente, se ha roto, la Iglesia debería mostrar una comprensión cálida hacia esas personas, tratarlas como Cristo las trataría y ayudarlas en los pasos que están dando para rehacer su vida… Esperamos que quienes han pasado por el trance penoso del divorcio y han encontrado a otra persona como compañera en el camino de la vida serán apoyados por la Iglesia con un amor materno y acogedor”.
7. Sobre la acogida de la vida naciente.
*No ha de extrañar que una gran mayoría de esposos católicos apoyados por el ministerio pastoral vengan disintiendo de las orientaciones eclesiásticas sobre la regulación de la natalidad. No es un problema de moral, sino de eclesialogía mal entendida. No es problema de desobediencia, sino de responsabilidad.
*La violación es un acto que, con su violencia hiere la dignidad de la persona en su mismo centro. Es evidente que el embarazo no debe ser el resultado de una violencia. Esto se aplica no solamente a los casos de violación en el sentido más estricto de la palabra, sino también a otros casos de violencia más o menos disimulada. Hay que responder que, en muchos casos, interrumpir ese proceso en sus primeros estadios constitutivos no es solamente lícito, sino hasta obligatorio. De lo contrario, la persona correría el riesgo de verse ante el dilema de asumir irresponsablemente la maternidad o recurrir a la interrupción del embarazo en el sentido estricto y moralmente negativo de la palabra aborto. La prevención de la implantación ayudaría a evitar ese dilema; la “intercepción” (que se lleva a cabo durante las dos primeras semanas) sería la alternativa razonable y responsable frente al dilema entre contracepción y aborto.
*Al defender la vida nascitura hay que evitar los malentendidos a que da lugar la definición del concebir como un momento,en vez de como un proceso; también evitar la confusión entre las interrupciones excepcionales de la gestación antes de la constitución del feto y la terminación abortiva injusta de la vida naciente.
Optamos por la acogida responsable del proceso de vida emergente y nascente, que implica la exigencia de que, si y cuando se plantee su interrupción excepcional sea de modo responsable, justo, justificado, y en conciencia. Por tanto, deberíamos presuponer, ante todo, una actitud básica de respetar el proceso de concebir iniciado en la fecundación; acoger la vida naciente desde el comienzo del proceso; favorecer el desarrollo saludable del proceso de gestación de cara al nacimiento; y protegerlo, haciendo todo lo posible para que no se malogre y para que no se interrumpa el proceso, ni accidentadamente, ni intencionadamente de modo injustificado.
Esta acogida y protección debe llevarse a cabo de modo responsable. Pero esta postura en favor de la acogida de la vida no significa que esa vida sea absolutamente intocable. La acogida ha de ser responsable y podrán presentarse casos conflictivos que justifiquen moralmente la interrupción de ese proceso. Si no se va a poder asumir la responsabilidad de acoger, dar a luz y criar esa nueva vida, hay que prevenirlo a tiempo mediante los oportunos recursos anticonceptivos (antes del inicio de la fertilización) o interceptivos (antes de la implantación).
Habrá casos límite en los que pueda darse incluso la obligación (no el derecho) de interrumpir en sus primeras fases el proceso embrional de constitución de una nueva individualidad antes de que sea demasiado tarde. Ejemplos de estos casos de conflicto de valores serían: cuando la continuación de ese proceso entra en serio y grave conflicto con la salud de la madre o el bien mismo de la futura criatura, todavía no constituída.
En estos conflictos, a la hora de sopesar los valores en juego y jerarquizarlos, el criterio del reconocimiento y respeto a la persona deberá presidir la deliberación. Cuando, como consecuencia de esta deliberación, se haya de tomar la decisión de interrumpir el proceso, esta decisión corresponderá a la gestante y deberá realizarse, no arbitrariamente, sino responsablemente y en conciencia.
Finalmente, estas decisiones de interrupción del proceso deberían tener en cuenta el momento de evolución en que se encuentra esa vida en esas fases anteriores al nacimiento. Esa vida sería menos intocable en las primerísimas fases y el umbral de intocabilidad, en principio, no debería estar más allá del paso de embrión a feto en torno a la novena semana. Pasado este umbral, si se presentan razones serias que obliguen a una interrupción del proceso, no debería llevarse a cabo como un pretendido derecho de la gestante, sino por razón de una justificación grave a causa de los conflictos de valores que plantearía la continuación del proceso hacia el nacimiento. Cuanto más avanzado fuera el estado de ese proceso, se exigirían razones más serias para que fuera responsable moralmente la decisión de interrumpirlo.
8. Sobre la dignidad de la persona en la familia.
El respeto a la dignidad de las personas en la familia es más importante que la defensa de la supuesta indisolubilidad incondicional del vínculo matrimonial. Hay que evitar la violencia doméstica mediante el respeto mutuo de los esposos, el respeto de la autonomñia de los hijos-as, sin impedir posesivamente su crecimiento, y el respeto a los progenitores y cuidado en ancianidad deberían preocupar a la pastoral familiar, más que las discusiones sobre la procreación médicamente asistida o el recurso a los anticonceptivos.
Juan Masiá S.J.
ATRIO

¿Eres capaz de gritar cuando tu equipo hace un gol y no de cantar las alabanzas al Señor? El Papa el martes en Santa Marta. Video


El Papa quiere católicos hinchas de Dios

Francisco pide que se alabe a Dios como se celebran los goles


Asegura que "la alegría y la oración de alabanza nos hace fecundos"


RV).- La oración de alabanza nos hace fecundos. Lo afirmó el Papa Francisco en la Misa de esta mañana en la Casa de Santa Marta. El Papa, comentando la danza alegre de David para el Señor de la que habla la Primera Lectura, subrayó que, si nos cerramos en la formalidad, nuestra oración se vuelve fría y estéril. 

“David danzaba con todas las fuerzas ante el Señor”. El Santo Padre desarrolló su homilía partiendo de esta imagen alegre, relatada en el Segundo Libro de Samuel. Todo el Pueblo de Dios, recordó, estaba de fiesta porque el Arca de la Alianza regresaba a casa. La oración de alabanza de David, continuó, “lo llevó a dejar toda compostura y a danzar ante el Señor” con “todas las fuerzas”. Esta, comentó, “¡era precisamente la oración de alabanza!”. Leyendo este pasaje, dijo, “pienso inmediatamente” en Sara, después de haber dado a luz a Isaac: “¡El Señor me ha hecho bailar de alegría!”. Esta anciana. Como el joven David – resaltó el Papa – “bailó de alegría” ante el Señor. “A nosotros – observó luego – nos es fácil entender la oración para pedir una cosa al Señor, también para agradecer al Señor”. También entender la “oración de adoración”, aseguró, “no es tan difícil”. Pero la oración de alabanza “la dejamos de lado, no nos viene espontáneamente”:

“‘Pero, Padre, ¡esto es para aquellos de la Renovación en el Espíritu, no para todos los cristianos!’. No, la oración de alabanza es una oración cristiana ¡para todos nosotros! En la Misa, todos los días, cuando cantamos el Santo… Esta es una oración de alabanza: alabamos a Dios por su grandeza, ¡porque es grande! Y le decimos cosas hermosas, porque nos gusta que sea así. ‘Pero, Padre, yo no soy capaz… Yo debo…’. Pero ¿eres capaz de gritar cuando tu equipo de fútbol hace un gol y no eres capaz de cantar las alabanzas al Señor? ¿De salir un poco de tu contención para cantar esto? ¡Alabar a Dios es totalmente gratuito! ¡No pedimos, no agradecemos: alabamos!” 

Debemos rezar “con todo el corazón”, prosiguió: “Es también un acto de justicia, ¡porque Él es grande! ¡Es nuestro Dios!”. David, recordó luego, “era tan feliz, porque el arca regresaba, regresaba el Señor: con aquella danza también su cuerpo rezaba”: 

“Una buena pregunta que podemos hacernos hoy: ‘¿Cómo está mi oración de alabanza? ¿Yo sé alabar al Señor? Sé alabar al Señor, o cuando rezo el Gloria o rezo el Santo lo hago sólo con la boca y no con todo el corazón?’ ¿Qué me dice aquí David, danzando? ¿Y Sara, bailando de alegría? Cuando David entra a la ciudad comienza otra cosa: ¡una fiesta!”

“La alegría de la alabanza – recalcó el Obispo de Roma – nos lleva a la alegría de la fiesta. La fiesta de la familia”. El Papa recordó que cuando David entra al palacio, la hija del rey Saúl, Mical, lo reprende y le pregunta si no sentía vergüenza por haber bailado de aquella manera delante de todos, él que es el rey. Mical “despreció a David”: 

“Me pregunto ¿cuántas veces despreciamos en nuestro corazón a personas buenas, gente buena que alaba al Señor como le nace, así espontáneamente, porque no son cultos, no siguen las formalidades? ¡Desprecio! Y la Biblia dice que por este motivo Mical se quedó estéril ¡por toda la vida! ¿Qué cosa quiere decir aquí Palabra de Dios? ¡Que la alegría, que la oración de alabanza nos hace fecundos! Sara bailaba en un momento grande de su fecundidad, ¡con noventa años! La fecundidad que nos da la alabanza al Señor, la gratuidad de alabar al Señor. Aquel hombre o aquella mujer que alaba al Señor, que reza alabando al Señor, que cuando reza el Gloria se alegra de decirlo, cuando canta el Santo en la Misa se alegra de cantarlo, es un hombre o una mujer fecundo”. (RC-RV)


Papa Francisco: aprendamos a alabar siempre a Dios


Alabar a Dios es el centro de la vida cristiana, como lo enseña el rey David en la Biblia: "Me pregunto ¿cuántas veces despreciamos en nuestro corazón a personas buenas, gente buena que alaba al Señor como le nace, así espontáneamente, porque no son cultos, no siguen las formalidades? ¡Desprecio! Y la Biblia dice que por este motivo Mical se quedó estéril ¡por toda la vida! ¿Qué cosa quiere decir aquí Palabra de Dios? ¡Que la alegría, que la oración de alabanza nos hace fecundos! Sara bailaba en un momento grande de su fecundidad, ¡con noventa años! La fecundidad que nos da la alabanza al Señor, la gratuidad de alabar al Señor. Aquel hombre o aquella mujer que alaba al Señor, que reza alabando al Señor ...

domingo, 26 de enero de 2014

Declaración conjunta de los Episcopados de Chile y Perú, ante el próximo dictamen de la Corte Internacional de Justicia





CULTIVEMOS LA FRATERNIDAD, CAMINO PARA LA PAZ

Declaración conjunta de los Episcopados de Chile y Perú


1. Los pueblos de Chile y Perú conoceremos, el próximo lunes 27 del presente, el dictamen de la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya, respecto de la disputa jurídica sobre el límite marítimo.


2. Los obispos de ambos países queremos ofrecer una palabra común en este momento, animados y esperanzados por los innumerables aspectos que nos han unido a lo largo de la historia y que nos seguirán uniendo como pueblos y culturas, más allá de las delimitaciones territoriales y la jurisdicción de los Estados.


3. Los arraigados valores morales y las profundas tradiciones religiosas han unido siempre a nuestros países y han plasmado su identidad nacional. La fe ha sido y es el mejor lazo de integración y la más profunda motivación para trabajar por la paz.


4. En su mensaje para la jornada mundial de la Paz 2014, el papa Francisco nos ha recordado que el objetivo es la paz: “solo es posible alcanzarla realmente y gozar de ella, como mejor calidad de vida y como desarrollo más humano y sostenible, si se asume en la práctica, por parte de todos, una determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común. Lo
cual implica no dejarse llevar por el afán de ganancia o por la sed de poder”.


5. Tras las declaraciones de las autoridades y distintos sectores en cada nación, confiamos en que se mantenga un clima de respeto y serenidad. Esperamos que la determinación de la Corte Internacional de Justicia de la Haya, sea asumida por ambas partes. Confiamos que la convivencia fraterna, tarea de todos y de siempre, sea fortalecida y consolidada entre nuestros
dos países.


6. Con una mirada esperanzadora, hagamos de este momento una gran oportunidad para reforzar y profundizar relaciones de cooperación sustentadas en la confianza recíproca. Avancemos en una decidida integración, como afirmamos en nuestra declaración conjunta del 21 de julio de 2013, “nuestras relaciones sólo podrán seguir ampliándose y mejorando en la realización de
nuestra identidad común”.


7. A las personas y comunidades católicas peruanas y chilenas, les invitamos a una especial oración por la paz y la fraternidad entre nuestros pueblos, por la intercesión de nuestra madre, la Santísima Virgen María, Reina de la Paz y los santos hermanos nuestros: Rosa de Lima, Teresa de los Andes, Martín de Porres y Alberto Hurtado.



Santiago de Chile y Lima, 24 de enero de 2014.


Por los Obispos de Chile               Por los Obispos del Perú
+ Ricardo Ezzati Andrello       + Salvador Piñeiro García - Calderón
Arzobispo de Santiago                   Arzobispo de Ayacucho
Presidente                                            Presidente
Conferencia Episcopal de Chile       Conferencia Episcopal del Perú

Encuentros con la Palabra por Hermann Rodríguez S.J. “Síganme y yo los haré pescadores de hombres”



Al enterarse de que Juan el Bautista había sido encarcelado, Jesús se dirigió a Galilea, pero no se quedó a vivir en Nazaret, donde se había criado, sino que se fue a la ciudad de Cafarnaúm, a orillas del lago, en la región de las tribus de Zabulón y Neftalí. “Desde entonces, Jesús comenzó a proclamar: ‘Vuélvanse a Dios, porque el reino de Dios está cerca”. Fue allí en esta pequeña población de pescadores, donde Jesús comenzó a formar una pequeña comunidad que viviera ya la realidad del reino que él anunciaba. El evangelio que nos propone hoy la liturgia nos habla del llamamiento que recibieron los primeros cuatro discípulos. Eran pescadores que pasaban su tiempo ocupados en las labores propias de su profesión. Simón Pedro, Andrés, Santiago y Juan dejaron las redes, sus familias y todo lo que tenían, para seguir al Señor.
Hace algunos meses me pidieron algunas orientaciones para formar una comunidad cristiana. Les sugerí que las reuniones deberían tener estos cuatro momentos:
1. Un momento para compartir la VIDA: Momento para compartir la vida de cada uno en algún aspecto. Esto se puede hacer con base en una pregunta que puede estar orientada de muchas maneras. También podría organizarse algún tipo de dinámica que ayude a conocerse más, a conversar sobre lo que les llama la atención, lo que les gusta, lo que vive cada uno, etc. Algunas preguntas que se me ocurren en este momento, una para cada reunión, podrían ser las siguientes: ¿Qué buscamos cuando venimos a construir una comunidad cristiana? ¿Cuál es mi historia de vida? ¿Qué etapas ha tenido mi vida, mi relación con Dios, mi desarrollo profesional, etc.? ¿Qué es lo que más nos ha impresionado en nuestro vida familiar en este último tiempo? ¿Qué es lo que más nos ha impresionado a nivel social y político en este último tiempo? ¿Qué es lo que más nos ha impresionado con respecto a nuestra actividad laboral en este último tiempo? ¿Cuáles son mis sueños para el futuro, a nivel familiar, grupal, laboral, social, político? Esto es una pequeña muestra. La idea es generar un momento de compartir sobre la VIDA, que sería el elemento inicial de cualquier comunicación y construcción comunitaria.
2. Un momento para escucha la PALABRA DE DIOS: Podrían ir leyendo en cada reunión, una parte del libro de los Hechos de los Apóstoles; en él, san Lucas, cuenta cómo fue que los primeros cristianos hicieron para construir una comunidad fraterna alrededor de la fe en Jesús. No conozco otro método más apropiado para aprender a construir una comunidad cristiana. Podrían comenzar por leer juntos una pequeña introducción al libro de los Hechos de los Apóstoles. Esta introducción se puede encontrar al comienzo del libro y suele ser escrita por un especialista que habla de la manera como se escribió el libro, su autor, su organización interna, etc. Debe ser pequeña y no muy complicada. Las ediciones corrientes de la Biblia traen una pequeña introducción. Las biblias de estudio tienen introducciones más complejas y largas. Puede escogerse mejor una pequeña para no hacer aburrido el rato. Luego pueden ir leyendo, en cada reunión, un capítulo o una pequeña parte y comentarla entre todos. ¿Qué nos enseña? ¿Cómo ilumina este texto lo que hemos compartido sobre nuestras vidas? ¿A qué nos invita este texto? etc.
3. Un momento para CELEBRAR LA FE EN COMUNIDAD. Este momento sería un momento de oración, de pedir por nuestras necesidades, de dar gracias, etc. Se puede tomar una oración que uno conozca y repetirla juntos. Se puede invitar a que cada uno ore en voz alta o se puede dirigir un momento de oración personal. Si alguna vez los puede acompañar un sacerdote, podrían tener la celebración de la eucaristía. Pero lo fundamental es tener un momento de oración compartida, que puede hacerse de muchas maneras...
4. Un momento para COMPARTIR fraternalmente. Este momento sería para compartir un trozo de ponqué y una gaseosa. Durante este último momento se puede tener también un rato de esparcimiento sano, organizar algún juego, alguna dinámica, un momento para departir informalmente un rato.
Algunas sugerencias adicionales:
1. Cada momento de la reunión lo puede preparar una persona o una pareja distinta cada vez; con esto se promueve la participación de todos y se invita a la creatividad.
2. Cada momento debe ser como una minifalda... Lo suficientemente corto para llamar la atención, pero lo suficientemente largo para cubrir el tema fundamental... No deberían ser momentos muy largos; una buena medida podría ser media hora cada momento; a lo mejor el momento de oración puede ser más breve y el del compartir la Palabra un poco más largo... Pero la reunión no debería pasar de dos horas.
3. Es muy importante ser muy puntuales para empezar y para terminar, de manera que la gente sepa bien cómo se va a manejar el tiempo. Si la gente se quiere quedar un rato más después de terminar, lo puede hacer, pero dar por terminada la reunión en un momento dado.
4. Sería bueno tener durante toda la reunión una velita o un cirio encendido en medio de la comunidad, representando a Cristo resucitado. Y también tener una Biblia colocada en un lugar especial, también como símbolo de la presencia del Señor en medio de la comunidad. A esto se pueden añadir flores, algún otro símbolo, dependiendo del tema que vayan a tratar, etc.
Seguramente, en el proceso, irán saliendo tareas y misiones, porque no hay ninguna comunidad que se reúna alrededor de la memoria de Jesús, que no se sienta, en un momento dado, lanzada a cumplir una misión en medio de la Iglesia y del mundo; por eso, habrá que estar atento para orientar y dirigir esa misión de modo que sea sencilla, realizable, práctica y no complicada, ideal, abstracta...
Hoy, la Iglesia también se tiene que formar a partir de pequeñas comunidades en las que se pueda compartir la vida de cada uno de sus miembros. Sólo así podremos decir que el reino de Dios ya está cerca.
Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*
* Sacerdote jesuita, Decano académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana – Bogotá
Encuentros con la Palabra
RD

Comentario al Evangelio por José María Maruri S.J. LA MIRADA DE JESÚS



LA MIRADA DE JESÚS

Por José María Maruri, SJ

1.- Sabéis seguramente el chiste que cuenta un cura bilbaíno (y que nadie se dé por ofendido… que yo llevo genes del bocho… (**) que para ponderar la gran humildad del Hijo de Dios decía: “¡tan humilde fue, que pudiendo nacer en Bilbao, nació en Belén!”
Fuera de bromas, el que Él que se presentaba como Mesías, ni naciese en Jerusalén, ni hiciese de Jerusalén el centro de su predicación, sino que “la cosa”, como decía San Pedro, comenzara en Galilea, fuera del territorio judío; y que de los doce apóstoles once fueran galileos y sólo el traidor fuera judío, pues todo esto si no era motivo de escándalo en la primitiva Iglesia, sí sería causa de gran extrañeza. Y por eso es que Mateo se saca de la manga el texto de Isaías donde la Galilea de los gentiles aparece iluminada por luz que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. Y tal vez tenía que empezar allí porque matando a Juan el Bautista ya la Judea hostil mostraba la mala acogida que iba a tener Jesús.


2.- Cuando Mateo escribe su evangelio (y allá discutan los sabios cuando fue) la Iglesia incipiente apenas tenía forma, una indefinida estructuración jerárquica, nada de leyes eclesiásticas, ningún catecismo, un credo reducido a la mínima expresión, el que nos cita San Pablo: “Dios Padre que envía a su Hijo para morir por nosotros y resucitando darnos la esperanza de nuestra resurrección”. Y sacramentos prácticamente reducidos a dos: bautismo y eucaristía.

Por eso cuando algún culto griego o romano preguntase a uno de esos incultos pescadores de los apóstoles. “Qué es ser cristiano”, ¿qué podría responder? Nosotros tiraríamos de biblioteca, y no digo ya del Catecismo de la Iglesia Católica, sino montones de libros que podríamos amontonar ante los ojos atónitos del preguntante y aun así no se si le convenceríamos.


3.- Aquellos ignorantes apóstoles con gran sencillez recordarían aquella mirada de Jesús con la que miró a Pedro y a Andrés, a Santiago y a Juan, y en lo hondo de su corazón resonaría aquella llamada impulsora de sus vidas: “Seguidme”.

--Para ellos ese había sido ser cristianos, ser mirados por Cristo y llamados a seguirle.

--También miró Jesús a Mateo (y tal vez por eso escribe esta historia) y oyó un dinámico “sígueme”.

--También miró con cariño al joven rico y también le dijo, ve, vende, da, ven y sígueme… Y fue el joven, el que apegado a sus riquezas, frustró la mirada de Jesús.

--Subido en el árbol Zaqueo recibió la mirada de Jesús que se invitaba a su casa y aquel día entro la luz de la salvación en la casa del usurero.

--Los ojos de Jesús buscaron entre la multitud a la hemorroisa para que su curación no fuera producto de una mágica energía salida de Él, sino un don de su corazón que mira por su hija.

--Y sería Pedro el que recordaría dos miradas de Jesús, esta de hoy y aquella de la madrugada del viernes santo, cuando al cantar el gallo el Señor se volvió y le miró… y Pedro lloró amargamente.

Eso es ser cristiano, lo fue y lo será siempre, ser mirados por Cristo y llamados por Él.


4.- Necesitamos ser mirados por dentro, esa mirada interior del Señor es la que iluminando lo que de Él podamos saber por nuestros estudios si su mirada no ilumina nuestro corazón seguiremos almacenando datos de Él sin conocerle. Por eso no somos de Pablo, no somos de Apolo, no somos de San Ignacio de Loyola, no somos de Santo Domingo, no somos de San Josemaría Escrivá. Somos de Cristo, el único que dio su vida por cada uno de nosotros y el único que nos miró y nos llamó.


(** Bocho es una forma familiar y “castiza” de llamar a Bilbao por los nacidos allí)

Betania

Comentario a la 1a. y 2a. lectura por José Enrique Galarreta S.J.



ISAÍAS 9, 1-4
En otro tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y al país de Neftalí: ahora ensalzará el camino del mar, al otro lado del Jordán, la Galilea de los gentiles.
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande.
Habitaban tierra de sombras y una luz les brilló.
Acreciste la alegría, aumentaste el gozo.
Se gozan en tu presencia como gozan al segar,
como se alegran al repartirse el botín.
Porque la vara del opresor y el yugo de su carga,
el bastón de su hombro,
los quebrantaste como el día de Madián.
El texto se trae a este domingo por la alusión a Galilea. Se trata por tanto de una "profecía ex eventu". Nadie sabe si Isaías profetiza que el Mesías será Galileo, pero, visto que Jesús lo es, se atribuye carácter profético al texto de Isaías.
El texto de Isaías está lamentablemente mutilado; lo que leemos es como la introducción de un texto cuya cumbre es: "Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado ...", en el que Isaías anuncia el nacimiento de un príncipe (Ezequías), en el que están puestas las esperanzas del Pueblo. La Iglesia ha interpretado proféticamente este texto aplicándolo a Jesús, el Galileo de Nazaret.
Jesús de Nazaret, Jesús el Galileo, es un escándalo ya desde el principio precisamente por ser galileo. De Galilea, la Galilea de los gentiles, tierra mal vista, tenida por semi-pagana, a los ojos de Jerusalén, que es el centro ortodoxo por excelencia, no puede salir nada bueno. El bien, la Ley, la ortodoxia y todo lo demás han de venir de Judea, de Jerusalén.
(El nacimiento de Jesús en Belén y su posterior residencia en Nazaret muestra bien claramente la incomodidad que experimentaban los judíos ortodoxos para aceptar a Jesús Galileo).

1 CORINTIOS 1, 10-13 y 17
Hermanos: os ruego en nombre de nuestro Señor Jesucristo: poneos de acuerdo y no andéis divididos. Estad bien unidos con un mismo pensar y sentir. Hermanos, me he enterado por los de Cloe de que hay discordias entre vosotros.
Y por eso os hablo así, porque andáis divididos diciendo: "Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Pedro, yo soy de Cristo". ¿Está dividido Cristo? ¿Ha muerto Pablo en la cruz por vosotros? ¿Habéis sido bautizados en nombre de Pablo? No me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.
Ya conocemos que Corinto era la ciudad cosmopolita por excelencia, gran metrópolis comercial, rica, cruce de culturas. Evangelizar Corinto era sin duda para Pablo anunciar el Evangelio a todos los pueblos.
La comunidad cristiana de Corinto tuvo muy fuertes problemas, especialmente de graves disensiones entre sus miembros. Este es el primer problema que toca Pablo en su carta.

José Enrique Galarreta, S.J.
Fe Adulta

LECTURAS PARA EL DÍA DE HOY



III DOMINGO ORDINARIO 

PRIMERA LECTURA
Isaías: 8, 23-9, 3
Los que andaban en tinieblas vieron una gran luz.La profecía de Isaías que escucharemos como primera lectura incluye el oráculo en el que se decía –y el pueblo de Israel estaba convencido— como y donde se iniciaría la andadura del Mesías, que iba a ser luz que ilumina el mundo. El pasaje, además, tiene resonancias navideñas, del tiempo de la Epifanía.
En otro tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y al país de Neftalí; pero en el futuro llenará de gloria el camino del mar, más allá del Jordán, en la región de los paganos.
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció. Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría. Se gozan en tu presencia como gozan al cosechar, como se alegran al repartirse el botín. Porque tú quebrantaste su pesado yugo, la barra que oprimía sus hombros y el cetro de su tirano, como en el día de Madián. 
Palabra de Dios

SALMO
Del salmo 26Este salmo 26 es de los que cantaban los peregrinos al ver a lo lejos la ciudad de Jerusalén. Expresan los sentimientos de dicha y esperanza cumplida por haber llegado a la Ciudad Santa, donde habita el Señor Dios que ayuda a los que confían en Él. Para nosotros puede –y debe—significar un ejercicio pleno de confianza en el Padre Bueno que nos acompaña en nuestro camino.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién voy a tenerle miedo?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco,
es vivir en la casa del Señor toda mi vida,
para disfrutar las bondades del Señor
y estar continuamente en su presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida.
Ármate de valor y fortaleza
y en el Señor confía. R/.

SEGUNDA LECTURA
1 Corintios: 1, 10-13. 17
Que no haya divisiones entre ustedes.En la segunda lectura Pablo de Tarso pone el dedo en la llaga sobre las divisiones de los fieles que seguimos viviendo y sufriendo. Son los personalismos de los fieles de Corinto los que explica San Pablo en su carta, pero que son perfectamente aplicables a nuestros tiempos. Y todos entendemos perfectamente a lo que se refiere el Apóstol, porque somos culpables –aquí y ahora--de mantener preferencias sin razón y “capillitas” que impiden la paz y la concordia en el seno de la Iglesia.
Hermanos: Los exhorto, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que todos vivan en concordia y no haya divisiones entre ustedes, a que estén perfectamente unidos en un mismo sentir y en un mismo pensar.
Me he enterado, hermanos, por algunos servidores de Cloe, de que hay discordia entre ustedes. Les digo esto, porque cada uno de ustedes ha tomado partido, diciendo: "Yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Pedro, yo de Cristo". ¿Acaso Cristo está dividido? ¿Es que Pablo fue crucificado por ustedes? ¿O han sido bautizados ustedes en nombre de Pablo?
Por lo demás, no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio, y eso, no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo. 
Palabra de Dios

EVANGELIO
San Mateo: 4, 12-23
Fue a Cafarnaúm y se cumplió la profecía de Isaías.San Mateo, en el evangelio, alude al cumplimiento de la profecía de Isaías, que hemos oído como primera lectura, cuando Jesús se instala en Cafarnaún y comienza su predicación en Galilea. Y es también para nosotros el inicio regular de la lectura del texto de Mateo que seguirá durante todo este año litúrgico, dentro del ciclo A.
Al enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que había anunciado el profeta Isaías:
Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: "Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos".
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.
Andaba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia.
Palabra del Señor

sábado, 25 de enero de 2014

MAGIS IV CVX Latinoamericana Con Luke Rodrigues S J., Viceasistente Eclesiástico Mundial de la CVX



El jesuita Luke Rodrígues es el Viceasistente Eclesiástico Mundial de la CVX y estuvo participando de la etapa intensiva del MAGIS IV de la CVX Latinoamericana, en su etapa intensiva en Chile. Al final del encuentro tuvimos una conversación para conocer su impresión sobre el MAGIS
...pienso que el programa MAGIS es un programa muy importante para la formación de los laicos, para construir la Iglesia del futuro... es parte de lo que nos dice en esta conversación. También nos habló de la situación de la CVX a nivel mundial y también conversamos sobre Luke, su vida, su familia, y su trabajo como jesuita.
Los invito a ver y escuchar esta entrevista.

El Papa promete una presencia "más extensa e incisiva" de la mujer en la Iglesia


Francisco se alegra de que compartan responsabilidad en la pastoral


Aunque sin olvidar su "rol insustituible" en la familia


Francisco dijo hoy que espera ampliar espacios para una presencia femenina más extensa e incisiva en la Iglesia, pero no se puede olvidar el rol insustituible de la mujer en la familia para la transmisión a las generaciones futuras de sólidos principios morales y de la fe.
El papa argentino pronunció estas palabras en la audiencia concedida hoy en la Sala Clementina del Vaticano a las participantes en el 29 Congreso Nacional del Centro Italiano Femenino que ha cumplido 70 años.
Jorge Mario Bergoglio recordó "lacontribución vital de las mujeres en la sociedad, en particular con su sensibilidad e intuición hacia el otro, los débiles y los indefensos".
Dijo haberse alegrado también al ver a muchas mujeres que comparten cierta responsabilidad en la asistencia a los sacerdotes en el acompañamiento de personas, familias y grupos, como en la reflexión teológica, y "espero ampliar espacios para una presencia femenina más extensa e incisiva en la Iglesia".
Estos nuevos espacios y responsabilidades que se han abierto -refirió-, y que espero sinceramente que pueden ampliarse aún más a la presencia y actividad de las mujeres,tanto en el ámbito eclesial como en el civil y de las profesiones, "no puede hacernos olvidar el papel insustituible de la mujer en la familia".
"Las cualidades de delicadeza, peculiar sensibilidad y ternura, de las cuales es rica el alma femenina, representan no sólo una fuerza real para las vidas de las familias, sino una realidad sin la que la vocación humana sería irrealizable", mantuvo el pontífice.
Si el mundo del trabajo y en la esfera pública es importante, la contribución más incisiva del genio femenino (...), la presencia de la mujer en el hogar, resulta más necesaria que nunca, para su transmisión a las futuras generaciones de sólidos principios morales y para la misma transmisión de la fe.
(Rd/Agencias)